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La crisis Griega, pequeños detalles.

En éstos días hemos estado viendo como en la República Helena se han ido suscitando diversos acontecimientos de carácter social que refleja las inconformidades de la población frente a las medidas tomadas por los políticos. Entiéndase éstas medidas como recortes en servicios públicos, venta de empresas estatales, eliminación de ayudas sociales a la población, etc. Todo ésto motivado por las políticas «neo-liberales» propuestas por el FMI.

Es cierto que un mercado abierto puede dar mayores ventajas a sus consumidores, pero en una sociedad inestable, en la que el sector político no puede asumir su poder mediante la legitimidad de sus ciudadanos no hace más que devastarla. Los mismos ejemplos los podremos ver en América Latina, África y demás situaciones geográficas en las que el FMI ha influído. Es evidente que en éstos lugares la calidad de vida de las personas desciende y junto con ella la esperanza de vida.

Los ajustes propuestos por el ejecutivo griego, en todo momento apunta a los sectores productivos-públicos de la nación, sin embargo, el gran gasto público que generan las entidades no productivas no se ajustan en consecuencia: léase el gasto en armamento y seguridad, el poder legislativo, judicial y ejecutivo. Básicamente éstos cuatro sectores son los que se mantienen impunes frente al ajuste.

Siempre pongo como ejemplo la economía de un país con la economía de un hogar, al final siempre es comparable ya que la esencia es la misma. Imaginemos por un momento que nuestro hogar (Grecia) tiene déficit, hemos asumido muchas deudas y por ello debemos comenzar a pagarlas. Es necesario especificar lo siguiente:

¿Es legítima la deuda? Primero debemos saber si lo que nos están cobrando nuestros acreedores es correcto, lo hemos aceptado previamente y se ajusta a nuestras posibilidades. Existe un mecanismo legal a nivel internacional que permite a un país rechazar una deuda si la población no ha sido consciente en todo momento a que se destinaba ésta partida presupuestaria. Cada préstamo internacional debería ser aprobado mediante un referéndum.

¿Que puedo vender para pagarla? Lo primero que se nos ocurre vender de nuestra casa para pagarla son los muebles, que es un elemento que tiene un valor, pero que no genera riqueza, simplemente están ahí para cumplir con las necesidades en el tiempo. Digamos que Grecia hace todo lo contrario, se queda con los muebles y renuncia a su «trabajo», simplemente porque le cuesta dinero el trayecto de ir a trabajar. Pan para hoy y hambre para mañana.

¿Es posible negociar? Siempre es útil buscar alternativas frente a toda deuda, en el mundo todo es flexible y si tienes una deuda y tu acreedor está interesado en cobrarla, quizás puedas adquirir una posición de poder en el que definas ciertas reglas que te sean favorables, sobre todo en plazos y montos de pago.

¿Es necesario inyectar fluidez? En mi opinión la fluidez es perjudicial, el dinero (o el exceso del mismo) simplemente acentúa nuestras malas conductas, la deuda es un negocio suculento para los bancos en el cual pueden crear una burbuja a gran escala en la que pagarán los ciudadanos que son deudores. Imaginemos por un momento que «en nuestro hogar» (la eurozona), yo soy el padre que trabaja y trae el sustento al hogar y mi hijo tiene gastos superfluos e innecesarios, si quiero que mejore lo óptimo cambie de hábitos si le doy más dinero para que «solvente sus necesidades» simplemente acentuaré sus malas costumbres.

*Interesante: A nivel de magnitudes, el riesgo país de España es de 260 puntos, el de Grecia se encuentra en 840 puntos, y el de Argentina es de 754 puntos. (Recordad que Argentina en plena crisis de 2002 llegó a superar los 4.000 puntos de prima de riesgo).